El sistema de frenado es el responsable de detener el vehículo y uno de los componentes más importantes de tu coche. Su correcto funcionamiento es vital para que puedas conducir de forma segura, incluso en situaciones extremas como una frenada de emergencia que pueda evitar un accidente. Por este motivo es importante hacer una revisión de frenos de forma periódica y comprobar el estado general del sistema.

Debemos tener presente que con el paso del tiempo y el kilometraje recorrido, el aceite del motor se va deteriorando y sus propiedades pierden eficacia lo que podría empeorar la situación, ya que un aceite en mal estado provocaría daños al motor del automóvil.

Uno de los elementos del coche que menos atención y cuidados recibe es el limpiaparabrisas. De hecho, en la mayoría de los casos los conductores sólo se dan cuenta de que su estado no es óptimo cuando empieza a llover o a nevar. No obstante, el buen funcionamiento del limpiaparabrisas es imprescindible para conducir con la máxima seguridad.

El sistema de alumbrado del vehículo es uno de los elementos más importantes de seguridad en los coches. No sólo sirve para ver sino también para ser vistos. Es importante asegurarse de que las luces funcionan de manera correcta y comprobar que los grupos ópticos están en perfecto estado.

Los amortiguadores se encargan de absorber las vibraciones y las malas condiciones de la carretera. También son los encargados de mantener sus neumáticos en contacto directo con el suelo en todo momento, con lo cual son un elemento importante en la seguridad.